Anna & Daniel

Parroquia San Sebastián Mártir


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1. Reseña histórica

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Hacia 1492 se funda San Sebastián de los Reyes junto a una ermita dedicada a San Sebastián situada en el llamado Cerro del Égido, en término de la Villa de Madrid. Tradicionalmente se ha venido indicando que dicha ermita ocupaba el lugar de las actuales Capilla de la Inmaculada y de la Sacristía. Aunque no se ha podido comprobar, es muy posible que así sea, conformándose la referida ermita como un edificio de planta rectangular realizado con hiladas de ladrillo y cajones de mampostería, cabecera cuadrada y orientada al este como es tradicional.


Ya en 1496 los Reyes de Castilla y Aragón, Isabel y Fernando, firman una provisión real para recaudar fondos que sufraguen la ampliación de la ermita y su bendición; y en 1501 los vecinos de la nueva población se dirigen al Arzobispo de Toledo para que dé, si es posible sin perjuicio de tercero, licencia para tener clérigo que les diga misa y administre los sacramentos. Como respuesta a esta petición, el 27 de noviembre de 1508 se realizó la solemne bendición de la iglesia por D. Fray Juan de Bustamante, Obispo de Acadia, procediéndose a la lectura de una carta del Cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, y con la presencia de los regidores de Madrid. Muy posiblemente, la referida iglesia sería acaso una ampliación de la antigua ermita, de la que según los estudios realizados para la actual restauración, sólo quedarían actualmente fragmentos de muros en el lado sur de la Capilla Mayor, junto a la Capilla del Santísimo, y en un muro contiguo a la Sacristía que aparece recrecido respecto al resto.


Pero, como en el caso del Ayuntamiento, la bendición de la nueva iglesia supone una serie de enfrentamientos con las autoridades y vecinos de Alcobendas, dirigidas por su Señor D. Juan Arias Dávila. D. Juan Arias interpuso una causa judicial, recurriendo ante D. Francisco de Céspedes, Abad de Ntra. Sra. de los Huertos, de la Ciudad de Segovia, quien revocó la orden de bendición. Los sansebastianenses no se arredraron, y recurrieron al Prior de Ntra. Sra. de los Ángeles, de Alcalá de Henares, resolviendo el Cardenal Cisneros mediante Acta Notarial Eclesiástica de 23 de noviembre de 1515 en la que ratifica la consagración.


El fondo de la cuestión no sólo es la posibilidad de administrar Sacramentos y celebrar Misas, sino también a quien corresponden los “diezmos” o impuestos que se debían pagar a la Iglesia. Si se consolidaba la nueva iglesia, Alcobendas perdería una importante cantidad de dinero.


Así, D. Juan Arias de Ávila recurre esta vez a la Santa Sede, que sentencia mediante Letras Apostólicas de 1520:

 “…Los sobredichos vecinos de San Sebastián que agora son y por tiempo fueren serles lícitos tener un Clérigo Sacerdote en la dicha Ermita de San Sebastián, el cual allí los celebré Misas y otros divinos oficios y administrase los Sacramentos eclesiásticos, según las ordenaciones hechas por Francisco, de buena memoria, entonces Arzobispo de Toledo”


Pero las órdenes siguen sin obedecerse, y la Santa Sede se pronuncia de nuevo en 1521: “ Se manda no desobedecer lo ordenado y que no se les inquietase en la posesión, goce y disfrute de las rentas y emolumentos que correspondían a la Iglesia de San Sebastián, y a los subdelegados ordenaban, bajo pena de excomunión”


Y aunque consta que “la justicia y Cura de Alcobendas, por sí y en nombre del Concejo y vecinos, prestaron acatamiento a las susodichas Letras en 9 de abril de 1521, siendo testigos Juan de Navacerrada y Pedro Gómez”, sigue sin atenderse las necesidades de la iglesia de San Sebastián, en especial a la concesión de una parte de los referidos “diezmos” que se necesitaban para la ampliación de la Capilla Mayor bendecida en 1508 y terminar las obras del templo.


Tras varios contenciosos más, “el 20 de noviembre de 1531, ante un Notario público de Madrid, compareció y manifestó que él (el Cura de Alcobendas) siempre lo había tenido por bien el que la dicha Iglesia disfrutase las dos tercias del noveno de los diezmos.”

Así, en 1552 se hace la primera anotación de los Libros Sacramentales de la Iglesia, siendo su primer sacerdote asignado, D. Alfonso López.


A partir de 1565, conseguidos los fondos económicos, es cuando según los Libros de Fábrica y las respuestas dadas por el Alcalde Martín Aguado y el escribano Juan del Campo en las Relaciones Topográficas de Felipe II de 1578, se construiría el actual templo. Así en las referidas Relaciones, a la pregunta 31 contestan: “agora…se ha edificado una iglesia…donde primero estaba una ermita, la cual se hizo y reedificó en dos años, que tiene noventa pies de largo…, que tiene dos cuerpos y dos naves, los pilares de piedra berroqueña…y los arcos de ladrillo. Todo de madera de Cuenca…que todo ello se ha hecho desde a seis de abril del año de setenta y seis hasta agora (23 de diciembre de 1579)” Estas mismas Relaciones Topográficas de 1569 nos aportan el dato del primer bautizado de la nueva iglesia: Sebastián Perdiguero, el Viejo.

En los Libros de Fábrica aparecen toda una serie de obras y encargos para el embellecimiento del templo, como la realización del Retablo entre 1568 y 1578, la realización de la portada en 1570, la colocación de las columnas de granito en 1573, o la afinación del órgano en 1596.


En 1599 se reforma la sacristía y la Capilla Mayor, enluciéndola y modificando la cubierta de madera con la intervención del carpintero Juan de Garnica de Majadahonda, lo que da lugar al artesonado de madera actual que supone una de las joyas artísticas de la localidad. Asimismo se “aderezan los altares de Nuestra Señora y del Crucifijo”.

Entre 1699 y 1702 se realizan las obras de la Capilla del Santísimo Cristo de los Remedios siendo costeada por D. Andrés Navacerrada, abriéndose un arco de entrada a la Nave de la Epístola para su entrada. Esta obra pudo motivar que en 1707 se tuviera que poner una viga que sirve de tirante junto al arco de la Capilla Mayor.Nuevo párrafo


En este siglo XVIII se produce otro hito importante en su historia cuando la Iglesia de San Sebastián Mártir se independiza eclesiásticamente de Alcobendas, aunque unos autores lo indican hacia 1700 y otros hacia el año 1792.


Hacia principios del siglo XX se realizan diversas obras de consolidación en el muro de poniente, debido a la inestabilidad que suponía el torreón que hacía funciones de campanario y que ya había dado problemas en el siglo. XVII.

Tras los destrozos realizados durante la Guerra Civil de 1936, se producen diversas obras de restauración entre 1940 y 1946, realizándose un nuevo Altar Mayor tras la destrucción del Retablo y Altar Mayor del siglo XVI y XVII. En 1952 se realiza la Capilla de la Inmaculada reutilizando parte de la antigua Sacristía, con la apertura de un arco similar al de la simétrica Capilla del Santísimo como acceso. La imagen externa de la iglesia se completa el 13 de agosto de 1955, día en que se termina la torre neomudejar sobre la antigua puerta del poniente.


Ese mismo año, el 28 de agosto, se bendice un nuevo Retablo, siguiendo el modelo del anterior, y con el Altar Mayor realizado en 1940. Este Altar, se modificará tras la reforma litúrgica en 1969.

En el año 2007, y auspiciadas por el Arzobispado y la Comunidad de Madrid, se realizan las obras de rehabilitación del templo. En ellas se incide en la restauración del artesonado de madera de los siglos XVI y XVII que cubre la práctica totalidad de la iglesia.

Así se procede al arreglo y reposición de los pares, péndolas, limas, estribos, canecillos, etc., de la estructura, nivelando los estribos y canecillos que soportan las vigas, y se elimina un tirante que se colocó hacia 1950 en la zona del Coro. Se arreglan los paños de la estructura auxiliar de correas y tablazón, y por último, se restaura la labor de lacería del artesonado de la Capilla Mayor.


En el exterior se procede a una limpieza de los paramentos, eliminando enfoscados de cemento. Se reteja toda la cubierta y se procede a limpiar todo el ladrillo visto, incluida la torre. Se rehacen las ventanas de las fachadas que se realizaron en el siglo XX, excepto los arcos apuntados de la fachada de poniente que son originales. Se consolida el torreón-linterna sobre la Capilla del Santísimo, eliminando los revocos no originales.

En el interior se sustituye el solado de terrazo, colocándose calefacción por suelo radiante. Se limpian las paredes interiores y se procede a realizar una nueva instalación eléctrica acorde con las condiciones de seguridad necesarias.


Durante el año 2009 se conmemora el quinto centenario de la bendición del templo, habiéndose concedido con este motivo un Año Santo Jubilar por parte de la Santa Sede.


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